Se masca la tragedia entre los alumnos de Cruz Roja. Se nos viene encima el examen de fisiopatología "no esperado". Mi cara es un poema, ojeras que me llegan al tobillo, tengo más sueño que donde lo hacen y una saturación de información sobre los tipos de diarrea que me hace replantear si voy a almorzar hoy o no. En cualquier caso, no pasa nada porque este examen significa que queda uno menos para terminarlos todos y comenzar nuestro maravilloso verano.
Felices juegos del hambre y que la suerte esté siempre de vuestra parte 2.0
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